El resultado de la asamblea nacional panista marcó el rumbo para los aspirantes de ese partido político.
Uno de los temas que había generado mayor interés ante quienes hoy “suspiran” por la candidatura al gobierno del estado era el relacionado con las encuestas, el cual —de ser aceptado— fortalecería a Rafael Moreno Valle. Cabe mencionar que, según las encuestas publicadas, Moreno Valle tiene hoy el mayor grado de conocimiento en todo el estado.
Sin embargo, el método de las encuestas fue relegado. De esta forma, serán los militantes activos y los adherentes los que definan al candidato a gobernador, no así el de presidentes municipales y diputados, cuyos detalles relata hoy Ricardo Morales en su columna “Serpientes y escaleras”.
Pero vayamos a la gubernatura.
Si partimos de la base de que serán únicamente los miembros activos y los adherentes, tenemos que, en este momento, estarían en posibilidades de votar poco más de 40 mil panistas en todo el estado.
Ésos son los que hoy por hoy valen para el PAN.
40 mil más los que se acumulen de aquí al 2010.
Seguramente, tanto la gente de “El Tigre” Aguilar, como la de Moreno Valle y la de Anateresa Aranda hacen sus cuentas alegres y todos dirán que llevan mano.
Pero la realidad es que esto apenas empieza.
La volatilidad de la militancia es real, sobre todo cuando será la primera ocasión en la que los votos de los adherentes tengan un peso específico.
Es más, éstos serán los que terminen por inclinar la balanza.
La carrera en el PAN por la candidatura a la gubernatura empezó el sábado pasado.
En este momento no hay nada para nadie, y más aún cuando la posibilidad de registrar a nuevos miembros está abierta.
Aquí es en donde Moreno Valle jura que será el candidato, toda vez que asegura tener a muchos priistas y convergentes dispuestos a venderle sus conciencias.
Y créanme que cuando de dinero se trata, Moreno Valle se pinta solo.
Además, presume de —independientemente de la riqueza generada por el “hoyo financiero” en sus tiempos de secretario de Finanzas— contar con diversas “cajas chicas” avaladas por sus padrinazgos en el gobierno federal.
En próximas entregas les daré datos precisos sobre estos temas.
Regresando al asunto electoral del blanquiazul, hay que decir que los 40 mil panistas de los que hemos hablado serán la manzana de la discordia a partir de este momento y que la compra de votos masivos marcará una nueva forma de hacer política en ese partido político.
Veremos cuáles se cotizan más alto, si los 40 mil ya existentes o los adherentes que se vayan registrando.
Y pensar que criticaban tanto al PRI. Salieron corregidos y aumentados.
Y cómo no, si se llevaron a uno de los “mejores” exponentes del tricolor.
Desenmascarando cobardes
Aunque prefiero evitar las confrontaciones personales con periodistas, hago una excepción por tratarse de un caso que involucra no sólo a este columnista sino al periódico que hoy dirijo.
En días pasados, en una columna publicada en Cambio y firmada por un tal Edmundo Dantés, se cuestionó un tema relacionado con la línea periodística de este rotativo.
Debo decir que me gustaría contestarle a Edmundo Dantés pero, lamentablemente, este personaje no existe, ya que fue creado para acusar cobardemente a los considerados enemigos de la anterior administración municipal.
Lamento haber tenido que desenmascarar el viernes pasado en Zona Zero al verdadero autor de ese espacio, el cual no es otro que Roberto Desachy, quien para mayores datos cobraba en la nómina dogerista como asesor de la secretaría ejecutiva de la presidencia, con un sueldo cercano a los 20 mil pesos.
Quizá eso explique la cobardía de utilizar un seudónimo.
Ese exburócrata es quien intenta desde su columnita desacreditar a Intolerancia.
Espero que tras perder la máscara tenga ya el valor de salir del clóset.
Foto Archivo Intolerancia