La última palabra
A partir del momento en el que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN abra los registros para miembros adherentes, empezará la verdadera batalla por la candidatura al gobierno del estado de Puebla.
Como ayer lo comenté, los 69 mil 262 militantes —entre activos y adherentes— con los que cuenta el panismo actual podrían ser insignificantes, ante la avalancha de inscripciones promovida por los suspirantes.
En esa lógica hay quienes —con justa razón— asumen que será Moreno Valle el que jale el gato al agua, llevando a un importante número de priistas para engrosar el padrón de miembros adherentes en el blanquiazul.
Aquí es en donde Rafa se puede tropezar. Veamos.
Desde ahora, Moreno Valle estará en la mira de quienes esperarán que su ambición le haga ponerse la soga al cuello.
Todos sabemos que el exdelfín melquiadista planea una masiva afiliación corporativa, la cual estará sustentada en la estructura creada en el sexenio pasado desde la que fuera conocida como la súper Secretaría de Finanzas y Desarrollo Social.
En ese sentido, los grupos opositores a Rafa irán armándole un expediente que termine por marginar al nieto del general en cuanto a alcanzar sus sueños de poder.
Cómo olvidar lo sucedido tanto a Luis Paredes como a Ana Teresa Aranda, a quienes se les dejó fuera de la jugada por haber violado las reglas panistas.
Por eso es que la dirigencia nacional es la gran mandona en este tipo de elecciones internas.
Y los estatutos del PAN son muy claros al respecto.
El comité ejecutivo nacional se reserva la facultad de designar a cualquier candidato cuando lo considere necesario.
Así de amplias son las reservas de la dirigencia nacional.
Si tomamos en cuenta que los ánimos se irán caldeando conforme se acerque el 2010, aunado a la división entre el panismo poblano, no sería extraño que quien defina al abanderado azul no sea otro que Germán Martínez.
En conclusión, él tendrá la última palabra.
La división azul
Aunque podría parecer un asunto menor, la realidad es que el jaloneo entre Paco Fraile y Genaro Ramírez revela los constantes desencuentros entre panistas.
Imagínense a Ramírez reclamándole al pastor que le respetara sus espacios por haber escogido el mismo restaurante para una rueda de prensa.
Ese fue el pretexto para que Genaro le exigiera a los morenovallistas que respeten los tiempos.
En respuesta, Fraile aprovechó para desmarcarse de Moreno Valle, con quien lo han querido ligar los propios seguidores de Rafa.
Por cierto que, muy a la callada, Paco Fraile ha iniciado un recorrido por todo el estado, particularmente por la Sierra Norte, en donde se mueve como todo un suspirante.
Él sabe que en un escenario de conflictos podría meterse hasta la cocina.
Como Lucifer, bien dicen que Paco sabe más por viejo que por diablo.
Fuente: Intolerancia
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