viernes, octubre 17, 2008

Provoca Moreno Valle agarrón legislativo

El diputado Luis Alberto Arriaga Lila acusó al delegado del ISSSTE, Jorge Aguilar Chedraui, de organizar el informe de legisladores panistas en el auditorio Siglo XXI en horas de trabajo 

  

Mario Martell

Foto Rodolfo Pérez

 

Los ánimos se calentaron en la sesión ordinaria. La discusión de la “fiestecita del sábado” —el informe de los legisladores panistas— pasó de las acusaciones en tribuna a las increpaciones y gritos entre diputados.

 

Luis Alberto Arriaga Lila acusó al delegado del ISSSTE, Jorge Aguilar Chedraui, de organizar el informe de legisladores panistas en el Complejo Cultural Siglo XXI en horas de trabajo. Además, acusó a la Sedesol, en el municipio de Huitzilan de Serdán, de condicionar programas sociales por el apoyo electoral al senador elbista.

 

La fracción panista ya no pudo responder las acusaciones.

 

Malinalli García, presidenta de la mesa directiva, clausuró la sesión una vez que Luis Alberto Arriaga Lila denunció desde la tribuna, documentos en mano, presuntas desviaciones de recursos públicos de la Sedesol, a favor de Rafael Moreno Valle.

 

“Tienen miedo”, le gritó Manuel Janeiro a la presidenta Malinalli.

 

“No es ningún miedo”, respondió.

 

Los panistas ya no pudieron rebatir las acusaciones. Ante la imposibilidad, la sala estuvo a punto de convertirse en ring: panistas desde sus curules retaban a los priistas que abandonaban la sala: “no somos iguales”, respondió desde el máximo templete del estado el diputado de Chietla Joel Hernández Ruiz.

 

Con la mano izquierda en la cintura, y extendida su otra mano, plantada firme a un lado de su curul, Leonor Popócatl le gritó: “pero claro que no so-oo-mos iguales”.

 

El diputado de Chiautla de Tapia demostró que es más que un mostachito digno de Just for Men, hizo una seña de chamaco de kinder. Giró su dedo índice varias veces a la altura de su sien: “está loquito”, dijo en voz baja.

 

Guevara se prendió. Le manoteó a varios metros de distancia a Joel.

Quedáte, quedáte, quedáte, Joel”, le gritó de pie, cobijado por su curul, el legislador Enrique Guevara.

 

“Hay que discutir, quédate”, insistió el diputado.

 

“Como las ‘chachas’”, terció el coro blanquiazul de algunos asistentes parlamentarios.

 

“¡Cooomo las ‘chachas’!”, gritó Guevara ya enojado.

 

“Por la puerta de atrás.”

 

En segunda voz, los diputados del PAN dijeron:

 

“¡A qué le tienen miedo! !A qué le tienen miedo!”

 

Los legisladores del PRI salieron del recinto parlamentario por la salida de servicio.

 

Los diputados del PRI y el debate demostraron su exquisito nivel de debate parlamentario.

 

El diputado Enrique Marín Torres intentó conciliar los ánimos. Siguieron las protestas.

 

“Ora sí, se pasaron”, le reclamó Carolina O’Farril, de Convergencia, a Marín.

 

Desde galerías, una espontánea filopriista dijo: “por eso no votamos por el PAN”.

 

Al término de la sesión, Eduardo Rivera descalificó las acusaciones: “¿cómo se pueden confiar en documentos que no tienen remitente? Se trata de documentos apócrifos”.

 

***

 

“¿De qué van a informar en su ‘fiestecita’?”, dijo engallado Aguilar Viveros.

 

Todo empezó cuando el diputado Humberto Aguilar Viveros le picó la cresta a la bancada panista.

 

“Se van a ir a esa ‘fiestecita’”, dijo Aguilar.

 

Aguilar Viveros engrosó el vocabulario de los antimorenovallistas: lo llamó “saltimbanqui electoral” y “chapulín político”.

 

“Échense una lavada de conciencia.”

 

La presentación de la iniciativa de reforma electoral por el PAN se contaminó con el informe de los diputados panistas: “no se equivoquen, no levanten ‘cortinas de humo’, ¿acaso creen que los ciudadanos no se dan cuenta?”.

 

“Los diputados y senadores del PAN se dedican a gastar importantes sumas para apoyar la campaña política adelantada de su candidato.”

 

 

Desde la tribuna Aguilar Viveros se burlaba.

“Hoy somos testigos de toda una estrategia efectuada por el Partido Acción Nacional en el estado, estrategia cuya parte cumplen a su cabalidad los asambleístas federales que militan en ese partido, atendiendo la instrucción de su candidato a gobernador Rafael Moreno Valle, en el sentido de establecer un escenario en torno a él, disfrazado de informe de actividades, para llevar a cabo un acto eminentemente proselitista que ha causado incluso la división y el pleito al interior de su partido, protagonizado por los propios senadores.”

 

Aguilar continúo:

“Yo pregunto, como lo hacen muchos ciudadanos, ¿acaso un informe de actividades de los legisladores federales amerita el gasto desmesurado que realizan? Gasto que lo único que consigue es agraviar a la ciudadanía, principalmente a los que menos tienen.”

 

Al contraataque, los panistas enviaron a la diputada Leonor Popócatl. En la ofensiva panista le siguió Manuel Janeiro.

 

Cuando parecía controlada la respuesta priista, la presidenta García preguntó si se continuaba la sesión. Los panistas se levantaron de sus asientos aprobando quedarse; los priistas no. En el turno de oradores se encontraba Luis Alberto Arriaga. 

 

Othón Bailleres Carriles sugirió que hablara Arriaga y se preguntara si se continuaba la sesión.

 

Subió Arriaga a tribuna y amagó: “lo mejor está por venir. Tengo unos documentos que llegaron a mi oficina”.

 

Entonces inició la denuncia en contra de Moreno Valle por ocupar la estructura de la Sedesol.

 

Arriaga mostró una fotografía desde la tribuna acusando a que en horario de trabajo el delegado del ISSSTE organiza el informe de legisladores panistas.

 

 

La presentación de la reforma electoral

Tema polémico fue la reforma electoral. El PAN presentó su propuesta. La fracción parlamentaria del PRI desechó realizar una reforma electoral apresurada, ajustándose a los tiempos del PAN.

 

El PAN impulsó la reforma electoral; PT y PRI la descalificaron a priori.

 

La fracción parlamentaria del PAN propuso su reforma electoral. La fracción priista criticó el “oportunismo mediático” de los panistas.

 

Reforma electoral, sí, fijó la propuesta la fracción mayoritaria del PRI a través del diputado Pablo Fernández del Campo.

 

El Partido del Trabajo señaló que la propuesta fomenta el bipartidismo y perjudica a las demás fuerzas políticas.

 

El líder parlamentario de la bancada, Eduardo Rivera Pérez, exhortó al Congreso a una nueva ley electoral: “esperando que la altura de miras en nuestras discusiones, encuentros y desencuentros siempre esté presente, que es por Puebla y por México que trabajamos”.

 

Rivera citó al político alemán Konrad Adenauer: “la política es tan importante que no sólo puede estar en manos de los políticos, sino de los ciudadanos”.

 

 

Oportuismo mediático: Fernández del Campo

Por su parte, el diputado Pablo Fernández del Campo descalificó la presentación de la propuesta panista a la ley electoral.

 

“No compartimos las visiones sesgadas de quienes, motivados por el protagonismo mediático, intentan sorprender con propuestas que sólo forman parte de puntos de vista particulares, por muy respetables que sean, pueden ser productos de versiones estandarizadas, provenientes de la realidad política de nuestra tierra.”

 

Fernández del Campo: “no puede ser una reforma por encargo, o peor aún, producto de una línea externa. Qué fácil es imaginarse un mundo a modo, que fácil es tratar de imponer una visión superficial de lo que puede ser.

 

”En el PRI vamos a apoyar y promover las reformas electorales que se requieran, en su tiempo y en las circunstancias que sean más favorables para la equidad en la contienda política estatal.

 

“No vamos a apresurar el paso sólo por obtener el aplauso fácil”; el diputado Fernández del Campo especificó que la fracción priista se ajustará al término legal. Adelantó que la propuesta priista contendrá cuatro puntos: la disminución del gasto en campañas electorales, la reglamentación del uso de tiempos oficiales en radio y televisión, la regulación de precampañas y el fortalecimiento de las facultades de la autoridad electoral en las tareas de fiscalización y rendición de cuentas.

 

 

Propuesta panista fomenta el bipartidismo

El legislador del Partido del Trabajo José Benigno Pérez Vega criticó la propuesta panista: “muy inconveniente para otras expresiones políticas, sólo sirve para perpetuar, el PRI una derecha laica; y el PAN, una derecha religiosa.

 

”Sólo genera mayor bipartidismo. Las dos son de la misma derecha. Homologar las elecciones contaminaría las elecciones locales. Sólo fomentaría el ‘voto cascada’; sufriríamos un grave retroceso, es una mentalidad empresarial, cuando realmente la democracia no tiene nada que ver con la mentalidad empresarial. Ni PRI, ni PAN, ni farsa electoral”.

 

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